Tribute Dinner to New York, el sabor de la ciudad que nunca duerme en Cancún

Nueva York llegó a Cancún y trajo consigo la vibra, el mood y los sabores de la ciudad que nunca duerme.

Caprichosa, cosmopolita y vanguardista son tres de los adjetivos que podemos usar para describir a la ciudad de los sueños. Estos tres aspectos fueron los que reinaron en una noche única, durante un tributo espectacular con tres de los mejores chefs de la escena culinaria del momento en La Gran Manzana.

Secrets The Vine Cancun fue la sede perfecta para hacer realidad el Tribute Dinner to New York, gracias a su ambiente sofisticado y al estilo moderno de su arquitectura en combinación con el mejor servicio de su personal. Cada momento fue algo excepcional, y es que el lugar, las cocinas y el profesionalismo se hicieron presentes en la cena más exquisita del año en Cancún, co-presentada por Aeroméxico.

Cenar en Nueva York con los mejores chefs del momento, sin salir de Cancún

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, nuestros ojos no daban crédito, habíamos dejado atrás la playa y habíamos llegado a Manhattan, las personas se movían en diferentes direcciones, todos estaban vestidos de lo más glam y mágicamente el ambiente te había envuelto con la famosa sofisticación neoyorquina. El cocktail te hacía sentir como si estuvieras de gala en el MET, la champaña de Moët & Chandon corría entre copas y pláticas amenas, bocadillos de lo más delicado y novedoso recorrían el espacio y alegraban el momento de los asistentes creando una animosa velada, todo con la firma del chef José Mejía, quien creó el ideal preludio para una cena con los mejores chefs de Nueva York y de México en  un solo lugar.

Nuestro viaje a Nueva York seguía de lo más fresco, estábamos en el gran salón, acomodándonos en las mesas mientras escuchábamos las notas de un suave jazz. El momento había llegado, todos estábamos a la expectativa del primer tiempo, Pablo Mata, Ludovic Anacleto y Franco Salzillo, estaban listos para hablar de vino, los elegantes meseros flotaban entre las mesas, para entregar con gran ligereza el platillo de la chef Emma Bengtsson: Trucha Arcoiris, Papa ahumada, Chícharos y Mantequilla de Frutos de Mar, un platillo verde, un respiro de frescura que se hacía tan delicado como la brisa de primavera en Central Park. El maridaje, 2014, Sauvignon Blanc, Le Chêne, Lucien Crochet, Sancerre, Loire, Francia.

El chef Markus Glocker nos regaló un instante en el mar abierto con el segundo tiempo: Callo de Hacha sellado con Colinabo curado, Albahaca y Dashi de Mariscos. Un platillo diferente, con sabores y sensaciones cosmopolitas, logrando cautivar a los curiosos comensales en conjunto con un impecable maridaje y dejando al descubierto un romance único con 2016, Garnacha Blanca, Primus, Origen, Aguascalientes, Aguascalientes, México.

Para el tercer tiempo, todos los asistentes estaban intrigados con la sazón neoyorquina, por lo que el platillo del chef Bryce Shuman agregó una exquisita joya al menú: Gallina orgánica al Carbón, Cebolleta con Papa y Crema de Vino Blanco. Este fue un momento para disfrutar, ya que la carne estaba en su punto, se deshacía como mantequilla en cada bocado y cobraba fuerza con el acento de la cebolleta en combinación con la nota de vino blanco, regalando una sensación indescriptible para el paladar en combinación con las finas burbujas del 2008, Grand Vintage, Moët & Chandon, Épernay, Champagne, Francia.

Era momento del plato fuerte, un cuarto tiempo preparado por el chef Alejandro Villagrana, quien encantó a todos con la Costilla 24hrs, Cremoso de Plátano Macho y Mole Negro, platillo que podríamos catalogar como el exquisito corte brillante de un exuberante y rarísimo diamante negro. La carne era suave, perfecta para disfrutar con un par de tortillas hechas a mano (sí leyeron bien, la cena gala sirvió el plato principal con las tortillas más exquisitas) y un 2011, Il Picchio, Castello di Querceto, Chianti Classico Gran Selezione, Italia.

El impecable desfile de meseros, traía consigo vistosa loza de Front of the House, vajilla que sirvió de lienzo para cada platillo, y en especial para el postre: el chef Fidel Baeza nos presentaba el quinto tiempo, La no tan Gran Manzana. Una delicada sinfonía de sabores que retaba a las estaciones y traspasaba el tiempo, el sabor del invierno, la calidez del otoño, la frescura de la primavera y la brisa del verano, texturas que en un abrir y cerrar de ojos te llevaban a una caminata por Soho, Broadway y la 5ta. Avenida, un postre que logró capturar los icónicos sabores de Nueva York y fundirlos en un momento exquisito, que se disfrutó con el aroma y gusto del Ristretto Intenso de Nespresso.

Cinco tiempos que nos llevaron a Nueva York y que nos regalaron una velada de lo más especial, momentos que solo podrían ser posibles gracias a los patrocinadores que formaron parte de este excepcional tributo: Aeroméxico, SECTUR, Cancún, Riviera Maya, México Vívelo para Creerlo, Nespresso, Secrets The Vine Cancun, Daniel Espinosa, S. Pellegrino, Moët & Chandon, Chef Premier, Guillesa – Schott Zwiesel, Front of the House, ADISA, Playerbas, NTD Ingredientes, HWorkshop, Harmony, Ampely, Bodegas Origen, Terra & Mondo.

Los momentos exquisitos solo son posibles gracias a grandes patrocinadores, gracias por ser parte de Wine & Food Festival Cancun – Riviera Maya 2017.